7/15/2020 0 Comentarios ¿Sufres de Extriñimiento?
Consorcio Internacional para la Secuenciación del Genoma Humano, anunciaron la terminación exitosa del Proyecto Genoma Humano.
El descubrimiento y estudio del microbioma humano de deriva de ese evento. El microbioma humano es el conjunto de genes de los organismos microscópicos (microbios) presentes en nuestro organismo. Este conjunto de microorganismos se denomina microbioma, y está integrada principalmente por bacterias, virus y hongos, acomodados en ‘nichos’, esto es, ecosistemas específicos externos e internos llamados microbiota. En general, el microbioma humano bacteriano es predominante y de mayor influencia sobre la salud. Más de cien mil billones (1014) de bacterias habitan en el organismo humano, siendo este número incluso 10 órdenes de magnitud mayor al número de nuestras células (1013). Si bien no se han logrado estimar con exactitud estas cifras, hoy en día se conoce que millones de bacterias están jugando un papel esencial en la regulación de numerosos procesos fisiológicos. Entre estos procesos, cabe destacar la actividad de la microbiota intestinal, que incluye enzimas digestivas, la síntesis de vitaminas del complejo B, la interacción con el sistema inmunológico, o la protección frente a organismos patógenos, y el 70% de las células que componen el sistema inmune, entre otros (2). El eje intestino-cerebro y el microbioma han adquirido recientemente una posición importante para explicar una amplia gama de comportamientos y emociones humanas. Los investigadores generalmente han presentado desarrollos en la comprensión del microbioma como radical y nuevo, ofreciendo un enorme potencial para una mejor comprensión de nuestros cuerpos y lo que significa ser humano (3). La comunicación bidireccional entre el sistema nervioso central y la microbiota intestinal, denominada eje intestino-cerebro, ha sido de gran interés en los últimos años. La evidencia creciente ha asociado la microbiota intestinal a enfermedades gastrointestinales y exo-gastrointestinales. La disbiosis y la inflamación del intestino se han relacionado con causar varias enfermedades mentales, como ansiedad y depresión, que prevalecen en la sociedad actual (4). Recientemente, existe un creciente interés en la investigación sobre la relación de la microbiota intestinal y los trastornos neurológicos. Un número creciente de hallazgos sugiere el papel más amplio de la microbiota intestinal en la modulación de varias condiciones fisiológicas y patológicas y ahora se reconoce que una comunicación bidireccional entre el cerebro y la microbiota intestinal es esencial para mantener la homeostasis. El eje intestino-cerebro incluye el sistema nervioso central (SNC), los sistemas neuroendocrino y neuroinmune, el sistema nervioso autónomo, el sistema nervioso entérico y la microbiota intestinal. Se informa que los probióticos (es decir, microorganismos vivos similares a los microorganismos beneficiosos que se encuentran en el intestino humano) modulan una serie de trastornos, incluidos los trastornos metabólicos, las afecciones conductuales y las funciones cognitivas (5). El director del Instituto Nacional de Salud Mental, Thomas Insel, en un blog de 2012 sobre los principales avances de ese año, discutió los estudios sobre la microbiota gastrointestinal como uno de los más importantes publicados, y concluyó que "nuestros cuerpos son un ecosistema complejo en el que los humanos las células representan un mísero 10% de la población. Pero más allá de los números absolutos, ahora sabemos poco sobre la profunda diversidad de este ecosistema y las notables diferencias individuales. El cómo estas diferencias en nuestro mundo microbiano influyen en el desarrollo del cerebro y el comportamiento, será uno de Las grandes fronteras de la neurociencia clínica en la próxima década". La farmabiótica (sustancias) producidas por la microbiota intestinal puede influir indudablemente en una variedad de sistemas / procesos fisiológicos y metabólicos en el cuerpo humano. A nivel local, pueden inducir cambios en el epitelio intestinal y el sistema nervioso entérico, mientras que a un nivel más sistémico pueden verse afectados procesos tan amplios como la función inmune y la señalización del sistema nervioso central. Además de la acción directa de los probióticos, es un hecho comprobado que la dieta en sí misma puede catalizar la comunicación bacteriana con el cerebro. Harvard publicó recientemente 3 estudios que confirman que el intestino es la causa principal del deterioro mental (6). Mientras tanto, los investigadores en Bélgica descubrieron que a las personas con depresión les faltaban dos especies de microbios intestinales: Coprococcus y Dialister. Una cosa está empezando a ser clara: para sanar nuestras mentes, primero necesitamos sanar nuestras tripas. Referencias 1.- https://www.bbc.com/future/article/20190218-how-the-bacteria-inside-you-could-affect-your-mental-health 2.- http://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/glossary/proyecto-de-microbioma-humano/ 3.- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6225396/ 4.- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5641835/ 5.-https://www.researchgate.net/publication/260425062_Gut-microbiota_and_mental_health_Current_and_future_perspectives 6.- https://neuro.hms.harvard.edu/harvard-mahoney-neuroscience-institute/brain-newsletter/and-brain/gut-and-brain https://www.health.harvard.edu/blog/nutritional-psychiatry-your-brain-on-food-201511168626 https://www.health.harvard.edu/blog/can-probiotics-help-treat-depression-anxiety-2017072612085 #live #naturaleza #troforocks #TuTienesElPoder #LaSaludSeCocinaEnCasa #PlaneaTuLongevidad #Monterrey #DonnatodelaO #salud #EnvejecerNoImplicaEnfermar
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