Con respecto al metabolismo energético, se plantea que la composición de la flora intestinal en un individuo puede determinar una mayor o menor eficacia en la extracción de la energía de la dieta (1).
Una de las formas que tiene el intestino de comunicarse con el hipotálamo, además del sistema nervioso, es mediante la secreción de hormonas que controlan el balance energético (2). Son muchos los neurotrans-misores y hormonas involucrados en este proceso. Existe un grupo en especial llamadas incretinas que son producidas por células enteroendocrinas distribuidas a lo largo del tubo digestivo, desde el estómago hasta el colon distal. Aun cuando solo constituyen el 1% de las células intestinales, el intestino es considerado como un órgano endocrino mayor (3). Estos microorganismos no colonizan de forma permanente el intestino y tienen la capacidad de mantenerse vivos a lo largo de todo el trayecto del tubo digestivo, es decir son resistentes a la acidez gástrica, enzimas intestinales y sales biliares (4). Referencias 1. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18380992/ 2. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15044353/ 3. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11832466/ 4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11157342/ #microbiota #naturaleza #troforocks #amigos #TuTienesElPoder #LaSaludSeCocinaEnCasa #PlaneaTuLongevidad #microbiotaintestinal #Monterrey #DonnatodelaO #nutrición #salud #EnvejecerNoImplicaEnfermar
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Diciembre 2024
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