3/12/2021 0 Comentarios Per saecula saeculorum; el dogma médico ha matado, mata actualmente y seguirá matandoEn 1847, el Dr. Ignaz Semmelweis, un médico húngaro muy respetado que estaba preocupado por la alta tasa de muerte de mujeres que dan a luz en los hospitales, instituyó un procedimiento en un hospital mediante el cual los médicos se lavaban y desinfectaban las manos antes de dar a luz. Inmediatamente, la tasa de mortalidad bajó del treinta por ciento a casi cero. Otros siete hospitales siguieron su ejemplo con resultados similares. Las autoridades médicas lo vilipendiaron, lo condenaron al ostracismo, le prohibieron el acceso a los hospitales de maternidad. Un día, un colega lo llevó al Asilo de locos vienés con el pretexto de visitar un nuevo instituto médico, los guardas lo golpearon severamente, le pusieron una camisa de fuerza y lo confinaron a una inmunda celda oscura. Dos semanas después, Semmelweis murió. Tenía 47 años. No es una historia muy edificante. Pero ilustra el problema de que los humanos se enreden con sus paradigmas y permanezcan ciegos a la nueva información. Las ideas de Semmelweis sobre el lavado de manos entraban en conflicto con la "teoría del miasma" imperante en ese momento, pues se pensaba que las enfermedades se propagaban a través de nubes de vapor venenoso. Lavarse las manos simplemente no tenía ningún sentido para la profesión médica en ese momento. Hoy en día, la atención alternativa y preventiva también es un anatema para la medicina. Después de todo, la atención preventiva destruye y elimina enormes beneficios para el sistema médico. Donnato de la O. El Caminante. Referencias: https://www.bbc.com/mundo/noticias-49653058
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