Nunca es tarde.

Fui un bebé enfermizo, coliquiento, llorón… Desarrollé problemas bronquiales que terminaron en pulmonía. Crecí como niño y adolescente flacuchón, con déficit de atención e hiperactivo. Fui expulsado de 14 escuelas en primaria, cuarto año lo hice en cuatro escuelas distintas. Criado en una familia ‘culta’, padre gourmet, sin embargo, analfabeta en términos de alimentación.

Mi alimentación desde niño era ‘lo normal’, lo que comen todos, productos elaborados con harinas y azúcares refinados, productos animales de carnicería, cárnicos industrializados, lácteos a diestra y siniestra, refrescos gaseosos en lugar de agua. Hasta que me cansé de tanto veneno y decidí cambiar de rumbo, de manera de pensar, de creencias y de comida.

Fui despojado de mis anginas porque era la ‘moda médica’ de la época. Padecí de hemorroides severas, tipo racimo de uvas, expuestas; el doctor, tal como aprendió en la facultad, ‘corrigió el problema’ con cirugías a los 10 y a los 20 años, me negué a la tercera cirugía a los 30, cuando increpé al proctólogo por su incapacidad de ayudarme a solucionar el problema durante 20 años, su respuesta me abrió los ojos, me dijo: “Tu cuerpo produce hemorroides y yo te las quito, no hay ninguna otra forma, soy médico, no brujo…” Pasé de panzazo los 30. Terminé con candidiasis severa, precanceroso. Me harté de los médicos, de sus bisturís y de sus fármacos.

A los 36 años fui director por cuenta del Concilio Mundial de Iglesias de Ginebra, Suiza, de ‘Desarrollo de Zonas Rurales en el Cono Sur’, con sede en La Paz, Bolivia. Me vi inmerso en un ambiente campirano, con comida sana, con alto porcentaje de semillas, granos, nueces, frutas y verduras, producida por la tierra, no en fábricas de chatarra. Dejé la consultoría de empresas. Regresé a lo Básico, a la Naturaleza.

Después viví en India con mi Maestro Osho, aprendí de vegetarianismo y Ayurveda. Después de esto desarrollé el modelo de Trofología. Desde entonces no he enfermado de nada. Estoy por cumplir los 85 años y sostengo que envejecer no implica enfermar. ¿Se imaginan todo lo que he ahorrado al no enfermar en medio siglo?

Hoy en día somos un equipo con el propósito de promover el bienestar y acompañarte a re-conectar con tu Don-nato para que desarrolles tu potencial autocurativo. Nunca es tarde, solo es cuestión de que también "te hartes".

Donnato de la O. El Caminante.
Reivsa los detalles del próximo Reto de Jugoterapia preventiva de cáncer + Clase sobre Jugoterapia. 
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