Mi lucha...

Muchas personas creen que yo estoy en contra de la medicina, de los médicos. Eso es un absurdo especialmente cuando soy de los que pueden decir ‘le debo la vida a un médico’, a un traumatólogo y su equipo que me sacó adelante tras tres semanas en cuidados intensivos a consecuencia de un accidente en motocicleta, en el que fui pronunciado muerto en el pavimento.
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Mi lucha no es en contra de la medicina ‘per se’, mi lucha es en contra de la prolongación de las enfermedades, ya sea que por ignorancia o por perversión se persista ‘a priori’ en el control de síntomas, que a la larga atrapa al enfermo en una relación dependiente como consumidor cautivo de servicios y productos médicos, sin atender en absoluto las causas cuya eliminación lo retornaría a la salud natural propia de nuestro diseño evolutivo. Esta es mi lucha.

Mi lucha es contra el engaño, contra la desinformación, contra la manipulación de masas. ¿Por qué la industria de las enfermedades ha configurado los estribillos, que como cliché de consulta se les endilgan a los pacientes?: “Aprende a vivir con la diabetes”; “Esta medicina es para siempre”; “Hagas lo que hagas te vas a morir”, “Esta enfermedad es incurable”. ¿Será esto un intento para disuadirlos de explorar alternativas? ¿O serán frases ‘herradas’ a fuego en las aulas de los estudiantes de medicina para que ellos no se atrevan a dudar y cuestionar los dogmas alopáticos, y corten de cuajo la posibilidad de que las mentes jóvenes con vocación médica se enteren y exploren alternativas funcionales? Esta es mi lucha.  

Mi lucha es por una sociedad sana, porque tengo sed de que en México más personas lleguen como yo, a mis 84 años, en completa lucidez, creatividad, autonomía, capacidad de cuestionar e innovar, con resiliencia y con excelente memoria… Esta es mi lucha.

Mi lucha es por el derecho de envejecer dignamente y pregonar que envejecer no implica enfermar, y por lo mismo aconsejar que el joven planee su longevidad, y que no deje esta posibilidad al azar. Esta es mi lucha.
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Mi lucha es por reeducar a mis congéneres en la virtud de mantenerse sanos, ya que obviamente han sido educados para enfermar y así enriquecer a la mafia más ambiciosa, perversa y nefasta que ha azotado a la humanidad. Esta es mi lucha.

Mi lucha es por promover el bienestar, mi lucha es por empoderar a las personas a asumir la responsabilidad de su vida y su salud. Esto se puede hacer a través de cambios radicales de estilo de vida que se distingan por calidad de vida óptima y longevidad sana; cambios de hábitos alimentarios, cambios hacia el ejercicio espiritual, mental y físico que conduzca a la dignidad implícita del adulto mayor sano. Esto lo he integrado en el PNBT (Programa Nutricional Basado en Trofología) Esta es mi lucha…

Donnato de la O. El Caminante.     

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