La verdadera y triste historia del cándido paciente y la Farmafia desalmada

En los EEUU 30,000 personas mueren de gripe cada año. 1,700,000 mueren de cáncer. La iatrogenia, esto es, errores médicos y envenenamiento medicamentoso, es la tercera causa de muerte después de enfermedades cardiovasculares, cáncer y seguida de diabetes.
A medida que las creencias y dogmas fundamentales de la medicina alopática que han sido impuestas a las masas, cada vez es más fácil percibir cómo la medicina occidental ha sido, desde su inicio, apalancada para el desempoderamiento, la dependencia y, descaradamente, la explotación económica.​

Desde el principio del monopolio médico ha quedado claro que eso que le decimos "atención médica" nunca se ha centrado realmente en la salud. Obviamente, esto está atado a la recomendación que hiciera Goldman Sachs a la industria farmacéutica: “No es rentable curar”.

De lo anterior, haciendo caso de sus asesores financieros neoliberales, se desprendió el diseño de la estrategia de la Industria de la Enfermedad: “El mismo sistema que genera la enfermedad, proporciona el tratamiento que genera aún más enfermedades que requieren más tratamiento”… ‘ad nauseum’. Y usted, el paciente, es simplemente carne de cañón, y queda abandonado sumido en esa ignorancia impuesta por su educación. Recuerda, estás educado para enfermar, necesitas reeducarte para sanar.

He aprendido de la medicina ancestral, que el cáncer es una invitación al maestro interno, nuestro don natal, que ha sido obliterado al programar la mente para ser ignorado. El maestro interno cura a través de elecciones de estilo de vida, autocuidado y, en última instancia, una recuperación del poder regenerativo de nuestro organismo.

El cuerpo no comete errores. Informa sobre las necesidades de una persona, ya sean físicas o psicoespirituales, y la curación se realiza cuando el usuario del cuerpo responde la llamada.
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Donnato de la O. El Caminante.

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