La dieta MAD recetada a México por el TLC es tóxica.

​La dieta moderna americana (MAD) se caracteriza por un alto consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos, grasas saturadas y trans, carnes rojas, embutidos, refrescos, galletas, sandwiches, tortas, pizzas, etc... y es baja en fibra. Estos hábitos alimentarios están relacionados con una serie de problemas de salud crónicos, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón.

Además de afectar negativamente nuestra salud en general, la MAD también puede tener un impacto significativo en nuestro microbioma, se ha asociado con una disminución de la diversidad microbiana en el intestino, lo que significa que hay menos especies de bacterias presentes en el intestino. Esto puede ser preocupante, ya que la diversidad microbiana es importante para una buena salud intestinal que impacta a nivel neurológico, inmunológico, endocrino, nervioso y de salud en general. Las bacterias intestinales necesitan fibra para crecer y prosperar, y la falta de fibra puede provocar la muerte de algunas especies bacterianas importantes.

Revertir los síntomas degenerativos consecuentes de una dieta alta en tóxicos es posible, esto implica migrar a un contexto de alimentación compatible con nuestra bioquímica, que incluye alimentos frescos e integrales ricos en nutrientes, antioxidantes y fibra.

Recomendamos un alto consumo de frutas y verduras crudas, un 80% del día en forma de ensaladas, jugos, licuados, bowls y sopas frescas, grasas saludables como aceite de oliva y de aguacate en crudo. Y, un 20% de alimentos densos ricos en fibras como legumbres, nueces, semillas, hierbas, especias y ocasionalmente pescado de altamar, huevos y vino tinto con moderación.

Numerosos estudios han demostrado que seguir una dieta de este tipo, prioritaria aunque no exclusivamente basada en plantas, se asocia con un incremento positivo de diversidad en la microbiota intestinal benéfica y una reducción del riesgo de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, cáncer y otras enfermedades crónicas.

Recuerda, no estás enfermo, estás envenenado. Y el antídoto es tu voluntad de cambiar hábitos de alimentación.
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​Referencias:
https://doi.org/10.2337/dc08-0206
https://doi.org/10.1093/ajcn/84.2.274
https://doi.org/10.1017/S1368980011000715
https://doi.org/10.1159/000209967
https://www.cdc.gov/obesity/adult/causes.html
https://doi.org/10.1136/bmj.g6674
https://doi.org/10.1056/NEJMoa1200303
https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/mediterranean-diet/art-20047801
https://oldwayspt.org/traditional-diets/mediterranean-diet
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-weight/diet-reviews/mediterranean-diet/

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