La bacteria Helicobacter pylori, ¿es amiga o enemiga?

El dogma imperante indica que la bacteria conocida como Helicobacter Pylori es dañina, causante de gastritis, hemorragias y úlceras. Cerca del 50% de la población mundial tiene alojada en su estómago esta bacteria que en automático se trata con antibióticos, pero una vez que pasa un tiempo prolongado se comienza a hacer inmune a los medicamentos. El Helicobacter Pylori es capaz de adaptarse y destruye poco a poco la mucosa estomacal, para crear un ambiente en el cual puede sobrevivir y a partir de este se puede propagar.

Sin embargo, hay estudios que señalan una función bioquímica de la bacteria Hp. Un estudio reporta que siendo la principal causa de la gastritis crónica la infección por la bacteria Helicobacter pylori (Hp), también puede deberse a una alcalinización del pH del estómago que se origina por el reflujo biliar. Y que la autoinmunidad antigástrica en la gastritis por H. pylori parece ser relevante para la hiposcreción gástrica, ya sea inhibiendo directamente la bomba de protones o indirectamente a través del desarrollo de atrofia de la mucosa gástrica (1, 2). Otro estudio demuestra que cuando se compararon pacientes Hp positivos y Hp negativos, se observaron concentraciones significativamente más bajas de fosfolípidos y una tendencia a concentraciones más bajas de sales biliares, colesterol y lípidos totales en la vesícula biliar en pacientes infectados con Hp (3).

Obviamente la Hp tiene un rol simbiótico benigno que muta a maligno al romperse el equilibrio en la microbiota estomacal como consecuencia de los hábitos aberrantes de alimentación tóxica, ya sea chatarra o gourmet, saturada de comida y bebidas ultraprocesadas, esto es, desnaturalizados.

Cuando la Helicobacter pylori se torne agresiva podemos responder con intentos de equilibrar la microbiota. Podemos hervir ¼ de litro de agua, agregar una pizca de sal marina, y licuar ahí un brócoli mediano. Tomar dos veces al día, en la mañana y en la noche. Hacer esto durante 30 días consecutivos. Al cabo de ese tiempo la bacteria estará eliminada, tomar té de jengibre y a la hora de las comidas debes hacerlo con mayor lentitud, así aprovecharás mejor las enzimas de la saliva.

Referencias

https://www.tandfonline.com/d…/abs/10.1080/00365529850170865

https://www.sciencedirect.com/…/a…/abs/pii/S1286457911002206

https://epub.ub.uni-muenchen.de/168…/1/10_1159_000092746.pdf

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