En 1939, mientras Hitler atacaba Polonia con una guerra militar, en los Estados Unidos la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) declaró una guerra biológica al pueblo estadounidense al hacer obligatorio agregar vitaminas sintéticas a la harina blanca, que se conoció como harina "enriquecida". Necesitamos entender que un factor alimentario aislado sesgadamente llamado "vitamina" es un producto sintético de la farmacología y la química. Un factor alimentario sintético y aislado no es alimento y ciertamente no es nutrición. Los libros de historia están llenos de detalles sobre la invasión de Hitler, pero ni una palabra de la guerra biológica de la FDA contra el pueblo estadounidense, que a través del tiempo se globalizó. La guerra de Hitler terminó en 1945. La guerra biológica contra la sociedad mundial todavía continúa. Esta es una guerra de alimentos ultra procesados, conservantes químicos y edulcorantes. Luego, cuando nos enfermamos y debilitamos, nos sometemos a la guerra invasiva de las drogas de la industria de las enfermedades. Nos agrede la enorme industria alimentaria comercial que crea esos "alimentos" bellamente empaquetados que compramos en el supermercado, alimentos que en su mayoría carecen de nutrientes. Las deficiencias nutricionales eventualmente se traducen en una enfermedad degenerativa que alimenta la maquinaria médica. Ahora vemos a la población mundial indefensa, enferma y débil que se ha rendido a la dependencia del gobierno y la ciencia corrupta. Ni uno entre mil asume la responsabilidad de su propia salud. Nuestra función inmunológica se debilita cada vez más. ¿Qué podemos hacer? La respuesta simple regresar a los alimentos integrales naturales que son alimentos vivos que contienen nutrición viva para personas vivas. La medicina está en nuestra comida, necesitamos reeducarnos para saber en dónde encontrar los alimentos naturales. Opinión de Donnato de la O. El Caminante.
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Septiembre 2024
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