Frutos Rojos del Bosque

Ahora sabemos por qué Hipócrates insistía en “Deja que tus alimentos sean tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”.
Antocianinas, su etimología viene del Griego ‘anthos’ que quiere decir flor y ‘kuaveoc’ palabra que designa el color azul oscuro. Son pigmentos vacuolares que, dependiendo del pH, pueden aparecer como tonos rojos, púrpura o azules. Entre las plantas ricas en antocianinas tenemos los arándanos (moras azules), frambuesas, fresas, arroz salvaje (negro), cerezas, rábanos, cebollas moradas, y muchas frutas y verduras con tonalidades rojas, púrpuras, o negras. Las antocianinas son antioxidantes muy potentes, también conocidos como flavonoides (1).
Los arándanos frescos son los de más alto contenido de antocianinas que el resto. Se ha comprobado que varias sustancias recientemente descubiertas en los arándanos son tóxicas para las células tumorales cancerosas, incluidos los cánceres de pulmón, cuello uterino, próstata, mama y leucemia. Un estudio de Science of Food and Agriculture confirmó que los arándanos tenían altos niveles de proantocianidinas también descubrió que los arándanos tenían la mayor capacidad para detener la propagación de las células cancerosas, así como para detener el crecimiento tumoral (2).
Las antocianinas son una de las pocas clases de antioxidantes capaces de atravesar la barrera hematoencefálica (3). Esto significa que pueden penetrar al cerebro y fregar cualquier basura, incluyendo la gliadina del pan y la caseína de la leche que ha causado tanto daño encefálico que literalmente se traga la memoria y la lucidez, hasta inducir demencia, esquizofrenia y Alzheimer.
Aparte de las antocianinas, los frutos rojos del bosque, también son muy ricos en un compuesto llamado pterostilbene (4). La investigación a la fecha, nos dice que esta sustancia es más potente que el resveratrol de las uvas, porque tiene la capacidad de absorberse cuatro veces mejor y se queda en el cuerpo siete veces más tiempo.
Como bono adicional, considerando la Perigenética, el pterostilbene tiene la habilidad de “encender” los genes que promueven lucidez y memoria aguda, y la habilidad de “apagar” los genes que aceleran el envejecimiento cerebral y la declinación mental característica en la senilidad. Por lo mismo favorezco el impacto de estos antioxidantes, tanto en longevidad como en medicina (5).
Referencias
1.- http://www.nutricionhospitalaria.com/pdf/3338.pdf
2.-  https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/jsfa.2347
3.-  http://eprints.ucm.es/19969/1/T34262.pdf
4.- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3649683/
5.-  https://www.hindawi.com/journals/omcl/2013/575482/
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