Desde que empecé a trabajar en esto hace ya 25 años mi gran preocupación ha sido la atención de enfermedades crónicas, que entiendo como problemas metabólicos, incluyendo obesidad, cáncer, diabetes y las autoinmunes. Por un lado, a mi generación se le programó mentalmente a combatir todo con antibióticos, pulmonía, tuberculosis, meningitis, etc. Por otro lado, el 80% de los antibióticos que producen las farmacéuticas, los consume la industria cárnica, así que animal que comas, res, puerco, pollo, pavo, está saturado de antibióticos. Ante los resultados de esa conspiración médica/productores de carne, fraguada por los vendedores de antibióticos, ahora nos damos cuenta que son horrendos. Hemos creído ingenuamente, según nos han educado, que la resistencia a los antibióticos ocurre cuando el antibiótico pierde la habilidad de controlar y aniquilar eficientemente a las bacterias; Ahora sabemos que la realidad es que el antibiótico no pierde su habilidad, sino que la bacteria aprende a resistirlo y seguir multiplicándose en la presencia de los niveles terapéuticos del antibiótico (1). Y en consecuencia se crearon los llamados “superbugs” (super bichos) que han hecho de los hospitales su hábitat preferido.
Ahora sabemos que nuestra composición anda por el rango de 90% microbianos y 10% humanos, ya que hay en nuestros cuerpos 10 veces más microbios que células humanas (2). Nuestro organismo es un ecosistema complejo que es el hábitat de todos estos microbios, así lo entiende el paradigma emergente del Microbioma, que aloja a 100 trillones de microbios y que a su vez se compone de pequeños ecosistemas internos y externos, habitados por la microbiota, un ejemplo sería todos los microbios que abundan en nuestros intestinos, que juegan un papel preponderante en nuestra salud en general. Obvio que no es para nada una buena idea matar a estos bichos con anti bióticos, ya que son los que nos mantienen sanos. Lo que necesitamos hacer es buscar un sano equilibrio entre aquellos que son benignos y los que consideramos malignos. Cuando las bacterias malignas en tus intestinos sobrepasan a las benignas que denominamos “probióticos”, la inflamación pasa de aguda a crónica, sus riesgos son obesidad, enfermedades del corazón, diabetes, neurales, cáncer, alergias, asma, autismo, problemas auto inmunes, y un largo etcétera… (3) La estrategia que necesitamos seguir bajo estas condiciones es totalmente alimentaria, ya que se hace necesaria la ingesta de alimentos ricos en probióticos naturales, (no de botecito - aclaremos esto: natural es un fermento tal y como ocurre en la naturaleza, los de botecito son sustancias ultraprocesadas en laboratorios nutricéuticos), estos fermentos que hacemos en casa, resultan ser la mejor manera de regular nuestro microbioma. Además se ha descubierto el papel que juega el ejercicio en este proceso. En un estudio que hizo la Universidad de Illinois, los científicos tomaron muestras de microbios a 32 adultos sedentarios. Después los sometieron a un programa de ejercicio de seis semanas, con rutinas de cardio de 30 a 60 minutos tres veces por semana. Luego durante otras seis semanas los regresaron a su vida sedentaria (4). Los resultados demostraron que después de los ejercicios había más microbios en los intestinos, y los realmente importante es que esos microbios produjeron “butirato”, que es un ácido graso de cadena corta que promueve intestinos sanos, que generan energía, y reducen la inflamación. Pero que cuando dejaron de hacer el ejercicio los niveles de butirato cayeron. Los estudios demostraron que el butirato ayuda a: • Proteger el colon contra el cáncer • Promueven buena digestión • Protegen contra la gastroenteritis • Calman la inflamación • Combaten el SII (síndrome de intestino irritable) y la enfermedad de Crohn • Mejoran la sensibilidad insulínica • Previenen el síndrome de intestino permeable • Evita la diabetes • Reduce la obesidad • Previene la depresión • Protege contra la enfermedad de Parkinson En otras palabras el contar con los microbios benignos con la suficiente calidad y cantidad, los intestinos pueden producir los butiratos que nos ayudan a eliminar muchas de las “enfermedades modernas”, que tienden a ser etiquetadas de “incurables” (5). Referencias 1. http://emerald.tufts.edu/…/about_…/about_antibioticres.shtml 2. Conlon MA, Bird AR. “The Impact of Diet and Lifestyle on Gut Microbiota and Human Health.” Nutrients.2015. 3. Logan AC., et al. “Immune-Microbiota Interactions: Dysbiosis as a Global Health Issue.” Curr. Allergy Asthma Rep. 2016 Feb. 4. Clarke SF., Murphy EF., O’Sullivan O., et al. “Exercise and associated dietary extremes impact on gut microbial diversity.” Gut. 2014 Dec. 5. Allen JM., Mailing LJ., Niemiro GM., et al. “Exercise Alters Gut Microbiota Composition and Function in Lean and Obese Humans.” Med Sci Sports Exerc.2017 Nov 20. Recuerda: No estás enfermo, estás envenenado. Planea tu longevidad, no la dejes al azar. Estas educado para enfermar, necesitas reeducarte para sanar. . #donnatodelao #trofologia #lasaluddetupiel #lasaludsecocinaencasa #planeatulongevidad #planeatuvida #reto #detox #amoelcafe #coffeetime #breathe #monterrey #salud #saludable #meamo
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