La noción de sindemia fue concebida por primera vez por Merrill Singer, un antropólogo médico estadounidense, en la década de 1990. Escribiendo en The Lancet en 2017, junto con Emily Mendenhall y sus colegas, Singer argumentó que un enfoque sindémico revela interacciones biológicas y sociales que son importantes para el pronóstico, el tratamiento y la política de salud. Las sindemias se caracterizan por interacciones biológicas y sociales entre condiciones y estados, interacciones que aumentan la susceptibilidad de una persona a sufrir daños o empeoran sus resultados de salud. En el caso de COVID-19, atacar las ENT será un requisito previo para una contención exitosa.
Como mostró nuestro pronóstico de ENT 2030 publicado recientemente, aunque la mortalidad prematura por ENT está disminuyendo, el ritmo del cambio es demasiado lento. Para los mil millones de personas más pobres del mundo en la actualidad, las ENT representan más de un tercio de su carga de morbilidad. La Comisión describió cómo la disponibilidad de intervenciones asequibles y rentables durante la próxima década podría evitar casi 5 millones de muertes entre las personas más pobres del mundo. Y eso sin considerar los riesgos reducidos de morir por COVID-19. La consecuencia más importante de ver a COVID-19 como una sindemia es subrayar sus orígenes sociales. Entender a COVID-19 como una sindemia invitará a una visión más amplia, que abarque la educación, el empleo, la vivienda, la alimentación y el medio ambiente. Ver COVID-19 solo como una pandemia excluye tener esta visión más amplia pero necesaria. Donnato de la O. El caminante. #ciencia #naturaleza #Monterrey #LaSaludSeCocinaEnCasa #DonnatodelaO #nutrición #salud #trofología #TuTienesElPoder
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Diciembre 2024
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