![]() Las curcubitacinas de las semillas de pepino son poderosas anticáncer. Hay alimentos que subestimamos. El pepino está entre esos vegetales que no aprovechamos del todo. Muchas personas descartan las semillas de los pepinos alegando que son de riesgo para la apendicitis, lo que, por un lado, no pasa de ser un viejo mito urbano sin fundamento alguno, y por el otro si las licuamos se elimina totalmente esa posibilidad, que, repito, es una fantasía. Las semillas de pepino poseen buenas cantidades de antioxidantes naturales. Contienen una alta porción de fibra y de los minerales azufre, calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio y selenio. Para asegurar su digestión la mejor manera de comerlas es en un shot de semillas de pepino. Se usan las semillas de un pepino grande, agregas agua la suficiente a que quede fluido y agregar el jugo de un limón y hielos para refrescar opcional. Así de fácil. Las semillas del pepino también inhiben el crecimiento de células de cáncer de páncreas en un 50%, se destaca en un estudio en donde explican que contienen dos compuestos de fitonutrientes asociados con beneficios contra el cáncer: los lignanos y curcubitacinas. En los últimos años, las compañías farmacéuticas han estado prestando especial atención a las curcubitacinas, con la esperanza de utilizarlas en nuevos fármacos contra el cáncer. Mientras que los lignanos, se indica, pueden proteger contra el cáncer a través del papel que tienen las bacterias en el tracto digestivo. Las bacterias toman los lignanos y los convierten en compuestos tales como enterodiol y enterolactona, que pueden unirse a los receptores de estrógeno y reducir el riesgo de cánceres relacionados con el estrógeno, como el cáncer de ovarios, cáncer de mama, endometrio y próstata". De acuerdo con un estudio publicado en World Scientific Journal, científicos encontraron que las curcubitacinas pueden ayudar a bloquear las vías de señalización que son importantes para la proliferación de células de cáncer y la supervivencia. Y encontraron que las cucurbitacinas son una clase de fármacos anticancerígenos prometedores que se utilizan solos o se integran en las quimioterapias y radioterapias actuales para tratar muchos tipos de cáncer. Es más, algunos informes han demostrado el efecto sinérgico de las cucurbitacinas con agentes quimioterapéuticos conocidos, como la doxorrubicina y la gemcitabina. Referencias: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20209387/ https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26503558/ https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26193861/
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Diciembre 2024
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