5/28/2020 0 Comentarios Basta, no más sumisión.Tendemos a creer que poder pensar es lo que nos hace superiores a otros seres. No es que no creamos que otras especies piensen, pero es obvio que creemos que lo hacemos mucho mejor. Razonamos, analizamos y contemplamos. Seguimos meditando y reflexionando, usando la mente como si ese artefacto fuera lo que somos, y el activo más valioso de cualquier ser humano pueda tener. Solo necesitamos darnos cuenta de la porquería en la que se ha convertido la pretensa “humanidad”. Pero no nos damos cuenta de que cuando hay pensamientos presentes, la verdadera conexión con la totalidad que nos alberga y nutre no puede fluir. Los pensamientos a menudo interfieren con el simple hecho de que estemos en el momento presente, y solo al aquietar la mente podemos escuchar nuestra verdad divina. Nuestra sabiduría innata llegará y la sensación de calma aumentará. Sin embargo, esa posibilidad es tan solo una “dicharachería pía” para la inmensa mayoría Somos pensadores, y aunque la capacidad de pensar es una gran herramienta, también es un creador constante de estrés, ruido y preocupación. La mente tiende a seguir machaca y machaca, a pesar de que no somos conscientes de eso. Pasamos nuestros días perdidos en el pensamiento inconsciente e improductivo, repitiendo adictivamente en nuestras cabezas, una y otra vez, los mismos patrones mentales, las mismas viejas historias, como un tocadiscos roto, bla, bla, bla, bla…. Dicen en India, “Mente de Mico” una expresión budista que se refiere a esta conversación incesante que continúa en nuestras cabezas. Como un mono inquieto, brincando de rama en rama, siempre en movimiento. Por estos barrios hablamos de la chachalaca enloquecida, o la loca de la casa como lo planteó Sor Juana Inés de la Cruz. Incluso lo que llamamos "adoctrinamiento", las cosas que nos han dicho una y otra vez hasta que las creímos, son en su mayoría patrones subconscientes, con una única pretensión castrante que siempre comienzan con un pensamiento. A medida que se forma nuestra programación robotizante, el pensamiento siempre está allí primero, junto con un sentimiento, y luego con una creencia que luego se confirma una y otra vez hasta que se mantiene y gobierna todos nuestros actos. . Cuando somos niños somos como esponjas, por lo que es fácil lograr que algo se quede en la mente de un niño; como niños, estamos constantemente buscando aprender y encontrar nuestro lugar seguro y amoroso que nunca encontramos y en su lugar tejemos nuestra “zona de confort”. Con los ojos lánguidos típicos del síndrome de Estocolmo no vaya a ser que se ofenda si le clavo la mirada, buscamos la autoridad para obtener orientación, y a medida que aprendemos a conformarnos y ser seguidores, nos espanta ser diferentes o únicos, seguimos buscando nuevas autoridades durante toda nuestra vida. Es como si nos uniéramos a la escuela de seguidores y nos inscribiéramos de por vida para estar indefensos, agachones, víctimas desamparadas, abrumados y sin huevos. Como adultos, nos gusta creer que somos nuestra propia autoridad, cuando en realidad no lo somos. Nosotros, en el mundillo asquerosamente malinchista, hemos sido programados para creer que necesitamos una guía constante en lo que respecta a nuestra salud, a nuestros asuntos financieros, a nuestra educación, a nuestras comunidades y a nuestra capacidad de elegir en general. Y la mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta, mucho menos lo cuestionamos, nos está prohibido diferir... ¿Por qué? . Solo alguien con una glándula pineal calcificada aceptará automáticamente ser seguidor, tragarse todos los rollos, todos los dogmas, todas las teorías, todas las cátedras. Desde vacunas y medicamentos, desde productos químicos en el agua hasta alimentos genéticamente modificados, las toxinas están en todas partes, y están ahí con la preclara intensión, premeditación, alevosía y ventaja porque tienen un gran impacto en obstaculizar nuestra capacidad para mantener una mente clara y experimentar la conexión inseparable mente-cuerpo en su mejor momento. . Todo, desde ingerir alimentos no comestibles y respirar aire contaminado, hasta inyectarlo y medicarlo mientras se alimenta con información basada en el miedo, nos acidificará. Y como resultado, muchos tienen una glándula pineal calcificada, la pequeña glándula en nuestro cerebro conocida como nuestro "tercer ojo", que nos conecta con los reinos superiores; la glándula que es parte de nuestro propio gobierno interno, la autoridad interna que siempre tiene nuestros mejores intereses en el corazón. El proceso de liberarse del juego mental incluirá cada parte de tu vida. No puedes sanar el cuerpo físico sin curar el cuerpo emocional. Está todo conectado, y por lo tanto puede comenzar con unos pocos pasos, y el resto se realizará de forma fácil y sin esfuerzo. Puedes cambiar tu dieta y tu cuerpo emocional también comenzará su proceso de desintoxicación. Puedes comenzar tus prácticas de meditación, tu respiración profunda y tu rutina de dejar ir, y comenzarás a amarte más y más. Esto pronto te llevará a cuidarte mejor eligiendo comida que nutra. A medida que el cuerpo físico se va curando, la mente se vuelve más clara, las emociones se equilibran, y las relaciones cambian para mejorar. . Suelta todo ese bagaje, déjalo ir y dale una patada al arnés de tu acondicionamiento, de la falta de discernimiento y el sufrimiento. Basta de prestar atención a los sistemas de creencias pasados de moda y no involucrarse más en información y comportamientos basados en el miedo, en la ambición y en la culpa. No más compras para apantallar a los otros. Ya eres un ser grandioso y sorprendente, y no más perseguir la validación de los demás. Tú estás a cargo de ti mismo y tu mente está a tu servicio, a tu control. Tome el volante y mantén la vista hacia dónde quieres ir: hacia un lugar saludable y feliz. Al darnos cuenta de que somos poderosos más allá de toda creencia, estamos recreando cada pequeña parte de nuestras vidas. El entusiasmo y la voluntad de hacer el bien iluminarán el camino hacia más de lo que la vida tiene para ofrecer. Todo lo que tenemos que hacer es asumir responsabilidad por nuestras vidas y nuestra salud. Donnato de la O. El Caminante. #live #naturaleza #senderismo #montaña #caminata #troforocks #amigos #TuTienesElPoder #LaSaludSeCocinaEnCasa #PlaneaTuLongevidad #family #monterreycity #Monterrey #DonnatodelaO #saludable #salud #EnvejecerNoImplicaEnfermar #CBD
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